sábado, 4 de abril de 2009

GRACIAS


Sigo recibiendo estas inmensas muestras de afecto y consideración por parte de todos: amigos, compañeros, colegas y familia. Mails, llamadas, mensajes... a veces extensas cartas y otras apenas unas pocas palabras para mostrar que están ahí conmigo. Gracias. Siempre supe que sería así. Me siento orgulloso de merecer tanto cariño. Con muchos de ustedes he compartido trabajo, sueños, alegrías y desdichas. Con muchos habré peleado, discutido, reído y reconciliado. Pero siempre de frente. Cara a cara. Para dar o recibir la peor noticia o la mejor satisfacción. Si hasta eso tiene la Radio. Cruzamos la calle un día y después de alguna temporada de compartir horarios y contarnos hasta los secretos más íntimos -ésos que no le confesaríamos a nadie- nos alejamos como si nos mudáramos a otro país. Para reencontrarnos a veces hasta años después, en alguna otra frecuencia, en cualquier horario y retomar esa amistad como si no se hubiera cortado jamás.

La vida siempre es buena y hasta los malos tragos como éste, nos dejan un calorcito en el corazón como reflejo de tanto abrazo. Porque siento cada una de sus palabras como un fuerte abrazo que reconforta y alivia.

Aspen somos todos nosotros. Los que la hacen día a día, los que quedamos en el camino y sobre todo, los que la tienen encendida en todo momento. Pero también aquellos que la soñaron como oyentes y hoy están allí trabajando, con el sueño cumplido. Son ésos los que deben entender que están siguiendo los pasos de otros que estuvieron antes para hacer una Radio más grande y mejor. Así que no está mal sentirnos heridos ni mucho menos sentir esta verguenza por algo que pasó y que no comprendemos. Porque Aspen es nuestra. Algunos no entienden que el vínculo de la radio trasciende una marca o hasta una persona. Desatinos hubo siempre y no debo ser yo quien califique este proceder como injusto porque alguna razón debe existir. Pero es hora de seguir adelante. Atrás no queda nada. Todo está por venir. Siempre.

miércoles, 1 de abril de 2009

FM ASPEN 102.3


Para algunos 20 años no es nada. Sin embargo, permanecer al frente de un micrófono tanto tiempo en una misma frecuencia es motivo de orgullo para muchos otros que -como yo- sentimos la radio y la música de una manera especial.

Comencé a transitar el camino del 102.3 allá por el '88 (por entonces era Láser) y desde el '92 en Aspen. Locutor, Productor, Productor General y hasta Director Artístico de la radio de mis sueños. Después, nuevamente Locutor. Pero siempre con el mismo amor por la camiseta como el primer día. Premios, nominaciones, reconocimientos. La emisora cambió de manos varias veces y cada vez, los nuevos dueños sentían menos apego por el estilo y más interés en los resultados económicos. Por eso: "Aspen Rock", "Aspen Classic", "La Música de los 60, 70, 80 , 90" (y cien!) como solíamos bromear en la radio...

Pero más allá de modas o "inventos" de cada maestrito que llegaba a la dirección de Aspen, lo que evitaba que muchos oyentes huyeran despavoridos ante tanto despropósito fueron las ganas de los que desde adentro, seguíamos sintiendo la radio como propia. Opinando, agregando, quitando, sugiriendo, hablando... comunicando.

Ayer, último día de Marzo, fue mi último día en Aspen. Nadie me dijo por qué. Nadie me explicó nada. Sin aire. Sin micrófono. Cumplí mi turno de 13 a 19 en silencio. Y me despedí de los estudios, las fotos en la pared, la mesa, los diarios, la compu, el mic, también en silencio...

Qué lástima! 20 años son nada.